No pretendo echar flores ni satanizar a la famosa aplicación de Facebook: FarmVille. Tampoco quiero hacer una tesis sobre la adicción que puede provocar un sitio como éste. Lo que quiero platicarte querido lector(a) es lo que un niño de 6 años con un poco de "empowerment" ha aprendido al jugar con la granjita por algunos meses.
1. La ley de la siembra y la cosecha
A pesar de que esta es una enseñanza que deberíamos recibir en modo empírico y casi por naturaleza, en la rea de los hornos de microondas, la comida rápida, las pizzas exprés, la vida "On line", las noticias al minuto, las guerras televisadas en vivo, en fin, en la era de la información esta simple ley que establece que para cosechar algo primero lo tienes que sembrar y darle el tiempo necesario para que germine, crezca y madure parece haber perdido su valor. Mi hijo ha llegado a comprender que para incrementar sus monedas en el farmville tiene que poner a trabajar su tierra, que primero la debe preparar, luego debe elegir qué va a sembrar, plantarlo y esperar... esperar... esperar, para finalmente cosechar.
Esto va de la mano con el SER- HACER - TENER, que es material suficiente para otra contribución.
2. Hay productos que dan mas rendimiento que otros
Al principio le costo trabajo comprender por que en la granjita de su papá veía puras Uvas cuando el tenia una mezcla sorprendente de productos. Me tomé el tiempo de explicarle que yo tenia una META: quiero reunir X cantidad de monedas para comprarme esta casita que me gusta y he descubierto que sembrar y cosechar uvas me da las suficientes monedas a cambio de lo que me cuesta sembrarlas y el tiempo que les toma en estar listas para cosechar (en terminos de negocios, le estaba explicando a mi hijo sobre el ROI - Return Over Investment). Sus primeras respuestas eran, pero se ve muy aburrida tu granja, mira la mia se ve mas "chida". Hoy me sorprendo cuando me consulta para que le sugiera qué debe sembrar para obtener la mayor ganancia por que quiere lograr X objetivo, incluso ya ha metido a la fórmula el factor tiempo... me dice algo asi: Papá, ahorita ya es de noche y me voy a dormir, quiero saber que puedo sembrar que me dure hasta mañana por la tarde que regrese del colegio y que no se me heche a perder. Esta última frase me lleva al siguiente punto.
3. Tu siembra tiene un tiempo de maduración asi como de cáduca.
Su frustración, tristeza y asombro combinados cuando vio sus primeras plantas virtuales marchitas fué una lección más para mi hijo. Por descuido, por olvido, por haber plantado algo que estaría listo en un tiempo en el que él no podría atender su granjita o por lo que gusten y manden, las plantas marchitas le han enseñado a mi hijo que si quiere recoger la cosecha, debe estar al pendiente de su plantita. Asi como hay un tiempo de espera para cosechar, también hay un punto en el que se deben aprovechar las oportunidades que nos presenta la vida, no van a estar ahi esperándonos hasta que se nos ocurra o como decimos los locales, hasta que se nos "hinche el ombligo".
4. Todo tiene un precio.
Al principio era una locura para él poder poner adorno tras adorno en su granja. Adorno que veía lo quería. Luego veía mi granja que no tenia el buzón del correo ni la bicicleta azul o el estanque para los patos y me preguntaba por qué. De vuelta a la explicación del objetivo mayor y la ley de la gratificación diferida (último punto de este post) y de nuevo, su comentario de "qué chafa!". Cuando él veía la cantidad de monedas que le quedaban tras gastarlo todo en adornos inútiles y compararlo con la cantidad de monedas que iba acumulando su papá le daba coraje. "Ah pues si, todo tiene un precio, tu eliges comprar ese farol para adornar la entrada de tu casa, pues claro que te va a disminuir tus monedas y entonces vas a tardar mas en juntar la cantidad que requieres para comprar el granero ese que quieres". La vida real no es diferente a esta ley: todo tiene un precio, eso que sale en la tele a veces de que "tenga el cuerpo que siempre quiso SIN ESFUERZO, SIN COMPLICACIONES, SIN SUDAR, SIN RIESGOS... discúlpenme, pero va en contra de esta ley, si es que funciona, no creo que sea duradero.
5. La ley de la gratificación diferida.
A través de su granjita, mi hijo ha aprendido que al combinar el principio del ahorro, la siembra y la cosecha, el cuidado y el tener un objetivo mayor le llevan a la gratificación diferida. Cuando finalmente le alcanza para comprarse ese granero o la casita azul que tanto quería le da un gusto enorme. Este mismo principio debe trasladar a la vida real, para mi será sencillo hacer la referencia a la granjita del facebook cuando tenga que explicarle en sus años de pre adolescencia sobre este principio nuevamente.
Entre otras cosas más que ha aprendido mi campeonsito quise resaltar estas porque se me hace que son leyes importantes que uno debe comprender para tener mejores resultados en la vida. Todos estos principios los aprendían nuestros padres y abuelos, repito, naturalmente pero hoy de alguna forma se han ido perdiendo.
¿Qué opinas?
